jueves, febrero 08, 2007

DE COMO EL HOMBRE CIVILIZADO SE VOLVIO SORDO

Al refugiarse en su cabeza y excluir todas las voces menos la suya propia, el "hombre civilizado" se ha vuelto sordo. No puede oír al Lobo llamándolo hermano... No amo, sino hermano. No puede oír a la Tierra llamándolo hijo... No padre, sino hijo. Sólo oye sus propias palabras inventando al mundo. No puede oír a los animales; no tienen nada que decir. Los niños balbucean. Hay que enseñarles con rapidez cómo refugiarse en sus cabezas y cerrar las puertas de la percepción. Sólo cuando el hombre vuelva a escuchar y atender, oh mi gran amor, y oiga, y comprenda podrá el Gato regresar al verdadero silencio del Gato.

Buffalo Gals and Other Animal Presences de Ursula K. Le Guin