martes, enero 30, 2007

OTRO CONCEPTO

Necesitamos definir otro concepto sobre nuestra relación con los animales, más sabio y quizá, más mítico... Nos sentimos superiores a ellos a causa de lo incompleto de nuestra percepción, de su trágido destino de haber sido siempre considerados por el hombre como una forma de vida inferior a la humana. Y es allí donde nos hemos equivocado, y mucho. Porque el animal no debe ser medido por el hombre. En un mundo pasado, más natural y completo que el nuestro, los animales se desarrollaban, en todo su esplendor, dotados de extensiones de los sentidos que nosotros hemos perdido o jamás hemos alcanzado, al vivir de acuerdo con el mandato de voces que tal vez nunca llegaremos a oír. No son nuestros hermanos menores, no son nuestros súbditos; son otro pueblo, atrapado junto con nosotros en la red de la vida y del tiempo; prisioneros como nosotros, de la magnificencia y el dolor que conviven en nuestra Tierra.


El final de nuestro maltrato a la naturaleza llegará sólo cuando hayamos descubierto que este planeta, en cada uno de sus lugares particulares y cada una de sus presencias, ofrece solaz y descando al alma en la dolorosa búsqueda de su verdadero hogar. Los animales nos pueden mostrar el camino hacia ese hogar. En su inocencia y sabiduría, en su conexión con la tierra y sus más antiguos ritmos, nos señalan el camino hacia una morada que ellos nunca abandonaron.


Los desvastadores problemas sociales, espirituales y ecológicos que enfrentamos en la actualidad tienen su origen en nuestra negativa a sentarnos y ocupar nuestro lugar en el esquema universal. El lugar que se nos ha asignado no es el de amos, sino el de un socio igualitario, lleno de amor y un profundo respeto

Animales: Maestros y Sanadores de Susan Chernak Mc Elroy