viernes, abril 29, 2005

Murió el escritor paraguayo Augusto Roa Bastos

Murió el escritor paraguayo Augusto Roa Bastos

El trueno cae y se queda entre las hojas. Los animales comen las hojas y se ponen violentos. Los hombres comen los animales y se ponen violentos. La tierra se come a los hombres y empieza a rugir como el trueno.
El trueno entre las hojas, Augusto Roa Bastos (leyenda aborigen)

El 27 de abril, a la edad de 87 años murió el escritor paraguayo Augusto Roa Bastos, después de haber vivido, según sus palabras, "en un perpetuo exilio". Este doloroso peregrinaje se inicia en 1947 cuando el escritor se exilia en Buenos Aires escapando de la feroz dictadura de Stroessner, pero más tarde deberá exiliarse en Francia escapando de la dictadura militar en la Argentina.
Nacido en Asunción en 1917, fue hijo de un seminarista y escritor frustrado que prohibía a la madre del niño leerle libros en idioma guaraní. Esto llevaría al escritor a afirmar en varias oportunidades que su escritura era por su madre y en contra de su padre.
Testigo de la revolución de 1928, trabajó como voluntario en el servicio de enfermería durante la etapa final de la guerra entre Paraguay y Bolivia (1932-1935), poniéndose a la vanguardia de la lucha a favor de los oprimidos; años más tarde fue secretario de redacción del diario “El país” de Asunción y corresponsal durante la Segunda Guerra Mundial.
En El trueno entre las hojas (1953) el escritor guaraní reprodujo la experiencia paraguaya en términos simbólicos y míticos, en la que una comunidad natural paraguaya ve roto su orden mágico de la vida con la llegada de la civilización.
La obra del escritor paraguayo conmueve por el modo en que ahonda en los problemas sociales de su país. Por su parte, el tema del poder en sus diferentes manifestaciones aparece en toda su obra, ya sea en la forma política, religiosa o dentro de un contexto familiar. El monoteísmo del poder constituyó uno de los ejes temáticos de su narrativa, una trilogía que arrancó con Hijo de hombre (1960), continuó con Yo, el Supremo (1974) y concluyó en 1993 con El fiscal. Pero además de los libros que integran la trilogía sobre el poder, Roa Bastos publicó Los pies sobre el agua, Madera quemada, El baldío, Cuerpo presente y otros cuentos, Vigilia del almirante, novela sobre Cristóbal Colón, Madame Sui, Contravida, entre otros, que fueron traducidos a 25 idiomas. Su obra poética está integrada por El ruiseñor de la aurora y otros cuentos (1942) y El naranjal ardiente (1960).
Hay hombres que nunca mueren. Roa Bastos confirma esto a través de su obra.